EL COLOR
El color en las artes es el medio mas valioso para que una obra
transmita las mismas sensaciones que el artista experimento frente a la escena
o motivo original; usando el color con buen conocimiento de su naturaleza
y efectos y adecuadamente será posible expresar lo alegre o triste, lo luminoso
o sombrío, lo tranquilo o lo exaltado, etc.
Nada
puede decir tanto ni tan bien de la personalidad de un artista, del carácter y cualidades de su
mente creadora como el uso y distribucion de sus colores,
las tendencias de estos y sus contrastes y la musica que en ellos se contiene.
El
color en la arquitectura y decoración se desenvuelve de la misma manera
que en el arte de la pintura, aunque en su actuación va mucho mas allá porque su
fin es especialmente especifico, puede servir para favorecer, destacar,
disimular y aun ocultar , para crear una sensación excitante o tranquila, para
significar temperaura, tamaño, profundidad o peso y como la musica,
puede ser utilizada deliberadamente para despertar un sentimiento. El color es
un mago que transforma, altera y lo embellece todo o que, cuando es mal
utilizado, puede trastornar, desacordar y hasta anular la bella cualidad de los materiales mas ricos.
El
color, como cualquier otra técnica, tiene también la suya, y esta sometido a
ciertas leyes, que conociéndolas será posible dominar el arte
de la armonización, conocer los medios útiles que sirven para evitar la monotonía en un
combinación cromática, estimular la facultad del gusto selectivo y afirmar la
sensibilidad.
El
hogar de nuestros días no solo requiere color para embellecer y animar, sino
color que resuelva las necesidades psicológicas de quienes vivan con el. La
elección del color esta basada en factores estáticos y también en los
psíquicos, culturales, sociales y económicos.
El
nivel intelectual, el gusto de la comunidad,
la localización y el clima también influyen en la elección del esquema y asimismo la finalidad o propósito
de cada pieza. Pero entre todos estos factores del color, quizás sea el mas
importante el psicológico, ¿por qué nos alegra, inquieta, tranquiliza o deprime
un determinado conjunto o combinación cromática?
Un
ejemplo: El color de un edificio es como el envase o presentación de un producto que actúa en estimulo de la atención y para crear una
primera impresión, favorable o negativa.
Los colores del interior deben ser específicamente psicológicos,
reposados o estimulantes porque el color influye sobre el espíritu y el cuerpo,
sobre el carácter y el animo e incluso sobre los actos de nuestra vida; el cambio de un esquema de color afecta simultáneamente a nuestro
temperamento y en consecuencia a nuestro comportamiento.
El
color es luz, belleza, armonía y delicia de la vista, pero es sobre
todo, equilibrio psíquico, confort y educación.
Es
la impresión producida al incidir en la retina los rayos luminosos difundidos o
reflejados por los cuerpos. Algunos colores toman nombre de los objetos o
sustancias que los representan naturalmente. Orientado al espectro solar o
espectral puro, cada uno de los siete colores en que se descompone la luz
blanca del sol: rojo, naranja, amarillo, verde, azul turquesa y violeta. Del
color se desprende una división que serian los primarios, tomándolos como base
colores naturales, amarillo, rojo y azul y los secundarios que serian los que
surgen como mezcla de estos que son el naranja, el verde y el violeta.
Los
primarios o puros son cada uno de los de una terna de colores fundamentales.
Colores
Fundamentales: Se los llama así a los de la terna de colores que,
convenientemente mezclados, permiten formar cualquier color.
La
elección de los mismos es arbitraria. Generalmente se acostumbra utilizar como
fundamental el rojo, el verde y el azul o el violeta.
El
color es luz, Newton fue quien primeramente concibió la teoria ondulatoria o propagación de rayos lumínicos, que mas
tarde fue ampliada por Laplace y otros físicos.
Los
que se designa como luz blanca es la impresión creada por el conjunto de
radiaciones que son visibles por nuestro ojo; la luz blanca cuando es
descompuesta produce el fenómeno de arco iris, estos son los que llamamos
colores, el conjunto de estos, o franja continua de longitudes de onda creada
por la luz al descomponerse, constituye el espectro.
Utilizamos la palabra color para designar dos conceptos totalmente diferentes. Solo deberíamos hablar de colores cuando designemos las percepciones del ojo. La percepcion del color cambia cuando se modifica la fuente luminosa porque en principio, el color no es más que una percepcion en el órgano visual del observador. Los sentidos permiten al hombre captar los fenómenos del mundo que lo rodea. Los ojos son capaces de memorizar las diferencias de colores, pero casi nunca percibimos un color como es en realidad visualmente, tal como es físicamente.
Los
seres vivos que poseen el órgano de la vista intacto son capaces de orientarse
por determinadas radiaciones de energía. Con ello están en situación de captar
ópticamente su entorno y de enjuiciar su situación y sus posibilidades de movimiento. Los obstáculos o peligros quedan registrados.
También
aparecen los colores complementarios que serían los pares de colores puros cuya
síntesis produce la sensación del color blanco, siendo, compensados cuando su
unión da lugar a una sensación de color acromático, a su vez son
complementarios todas aquellas gamas de colores que muestran los mismos
aspectos, ya que no depende de la composición espectral del estímulo de color,
sino de los valores de código que se forma en el órgano de la vista.
Las mezclas aditivas se obtienen fácilmente en un experimento
psicológico que consiste en colocar diferentes colores en un disco, que se hace
luego girar rápidamente mediante un motor.
Si en tales condiciones los colores se suman para dar blanco o gris, se los
llama complementarios.
Los
colores, como ya sabemos, están clasificados en grupos
de cálidos (amarillos y rojos) y fríos (verdes y azules). El fundamento de esta
división radica simplemente en la sensación y experiencia humana más que en una
razón de tipo científica.
Colores
calidos:
Los
colores cálidos en matices claros: cremas y rosas, sugieren delicadeza, feminidad, amabilidad,
hospitalidad y regocijo y en los matices oscuros con predominio de rojo,
vitalidad, poder, riqueza y estabilidad. Por asociación la luz solar y el
fuego al rojo-anaranjado, al amarillo, etc.
La
distinción entre colores cálidos y colores fríos es bastante corriente. Los
términos "cálidos" y "fríos" apenas se refieren a los
tintes puros, parecería que el rojo es un color cálido y el azul es frío. Los
dos términos parecen adquirir su significado cuando se refieren a la desviación
de un color dado en la direccion de otro color.
Un
amarillo o un rojo azulado tienden a ser fríos, como también un rojo o un azul
amarillento. Por el contrario un amarillo o azul rojizo parecen cálidos. El que
determina el efecto no es el color principal, sino el color que se desvía
ligeramente de él. Un azul rojizo parece cálido, mientras que un rojo azulado,
parece frío. La mezcla de dos colores equilibrados no manifestaría claramente
el efecto. El verde, mezcla de amarillo y azul, se aproximaría más al frío,
mientras que las combinaciones del rojo con el azul para dar el púrpura, y con
el amarillo, para dar el anaranjado, tenderían a la neutralidad o a la
ambigüedad.
Parece
que el equilibrio entre dos colores que integran una mezcla es
sumamente inestable. Puede hacerse fácilmente que uno de ellos predomina sobre
el otro.
El
observador puede ver en un naranja (anaranjado), un rojo modificado por un
amarillo o un amarillo modificado por un rojo. En la primera versión el color
resultara frío, en la segunda, cálido.
El
fenómeno de la asimilación y el contraste, hará que uno de los colores adquiera relieve a expensas del otro. De este modo la inestabilidad de
la mezcla se reduce grandemente y por lo tanto su ¨temperatura puede definirse con mas seguridad. No es tanto el tinte dominante el que produce la
cualidad expresiva, como sus aflicciones. Tal vez los tintes básicos
constituyen valores bastante neutros, que se distinguen más bien por su
carácter de singularidad y de reciprocidad que por su expresión específica. Y
sólo cuando el color produce una atención dinamica al inclinarse hacia el otro color, revela sus caracteristicas expresivas.
La
expresión del color y su temperatura en particular son fluidas no sólo por el
tinte, sino, por el valor de la claridad y la saturación.
Por
lo tanto los valores de expresividad de los tintes pueden compararse
sólo cuando los otros dos factores se mantienen constantes. Por ejemplo en el
espectro solar todos los tintes están intensamente saturados, aunque no en el
mismo grado. El color del espectro alcanza su máximo de valor de claridad en el amarillo y disminuye hacía ambos
extremos, el rojo y el violeta. Un alto valor de claridad tiende a hacer que un
color resulte frío y un grado bajo, cálido.
La
saturación o croma se refiere a la pureza de un color.
Un
color complementariamente puro sería producido sólo por una longitud de onda
lumínica. Esta condición se advierte más de cerca en los tintes saturados del
espectro. Cuando los colores de diferentes longitudes de onda se mezclan, la
vibración resultante se hace compleja, y el color, es de un aspecto más desvaido.
Cuando más semejantes las longitudes de onda que se mezclan, tanto más saturada
será la mezcla. El mínimo de saturación de obtiene con colores que dan como
resultado un gris acromático. Los colores que producen este efecto se conocen
con el nombre de complementarios.
El
grado de saturación obtenible varía con el valor de claridad del color. La
impureza acentúa la cualidad de temperatura que establece el tinte modificante,
haciendo que un color cálido sea aún más cálido y uno frío, más frío.
El
color produce una reacción que también provoca la estimulación del color, y se
utilizan las palabras "cálido" y "frío" para caracterizar
los colores, pues la cualidad expresiva en cuestión es más intensa y
biológicamente más importante en el reino de la sensación de la temperatura.
Los
colores cálidos parecen atraernos, mientras que los fríos nos mantienen a
distancia. Pero las propiedades de calidez y frialdad no se refieren solamente
a las reacciones del observador. Caracterizan también al objeto. Una persona
fría se comporta como si ella misma sintiera el frío. Parece envolverse en si
misma, a la defensiva, mal dispuesta a la entrega, limitada, cerrada, apartada. La persona cálida parece irradiar energía vital. Se aproxima
francamente.
Colores
frios:
Se
los considera por asociación con el agua al azul, violeta y verdoso.
Los
colores fríos en matices claros expresan delicadeza, frescura, expansión,
descanso, soledad, esperanza y paz y en los matices oscuros con predominio de
azul, melancolía, reserva, misterio, depresión
y pesadez.
El
clima
influye mucho en el gusto por los colores. Las personas que viven en países
cálidos y de mucho sol prefieren, los colores cálidos, mientras que aquellas
otras que viven en latitudes frías y de poco sol muestran su gusto por los
colores fríos.
Existen
dos formas compositivas del color:
- La Armonía
- El Contraste
En
las artes visuales, las cualidades expresivas constituyen un importante objeto
de estudio en el campo del color. Los teorizadores se han referido sobre todo a
lo que se conoce con el nombre de armonía del color.
Se
intento clasificar todos los valores del color en un sistema
universalmente valido y objetivo. Los primeros sistemas eran bidimensionales: describían la secuencia y las relaciones recíprocas de
los tintes mediante un círculo. Mas tarde cuando el color se determinaba en
tres dimensiones- tinte-claridad-saturación- se incorporaron esquemas
tridimensionales.
Existe
una diferencia entre los esquemas de color de forma regular, y los de forma
irregular que tenemos a nuestra disposición en nuestros días.
Estos sistemas destinados a servir dos fines: lograr que cualquier
color pueda identificarse objetivamente e indicar cuales colores armonizan
entre si.
La
armonía es esencial ya que si han de relacionarse entre si todos los colores de
una composición, deben ajustarse a un todo unificado.
Existen
objeciones más fundamentales al principio sobre el cual se basan las reglas de
la armonía del color. Este principio concibe una composición de colores como un
conjunto donde todo se ajusta a todo.
La Teoria tradicional de la armonía del color se refiere solo a
la obtención de conexiones y al hecho de evitar separaciones y por lo tanto en
el mejor de los casos, resulta incompleta.
En
todas las armonías cromáticas se pueden observar tres colores:
- uno dominante: que es el más neutro y de mayor extensión, sirve para destacar los otros colores que conforman nuestra composición gráfica, especialmente al opuesto.
- El tónico: es el complementario del color de dominio,, es el más potente en color y valor, y el que se utiliza como nota de animación o audacia en cualquier elemento (alfombra, cortina, etc.)
- El de mediación: que actúa como conciliador y modo de transición entre cada uno de los dos anteriores, suele tener una situación en el circulo cromático cercano a la de color tónico.
Por
ejemplo: en una composición armónica cuyo color dominante sea el amarillo, y el
violeta sea el tónico, el mediador puede ser el rojo si la sensación que
queremos transmitir sea de calidez, o un azul si queremos que sea mas bien
fría.
De
manera general el color de valor más oscuro ira al suelo,
el valor intermedio a las paredes y el mas claro al techo.
Cada color ejerce sobre la persona que lo observa una triple acción.
- Impresiona al que lo percibe, por cuanto que el color se ve y llama su atención.
- Tiene capacidad de expresión, ya que cada color, expresa un significado y provoca una reacción y una emoción.
- Construye, porque todo color posee un significado propio, y adquiere el valor de un símbolo, capaz de comunicar una idea.
El
tono y el contraste afectan las dimensiones aparentes de los colores y la forma
de sus áreas.
Un
color claro sobre un fondo oscuro parece mas claro de lo que realmente es, y un
color oscuro sobre un fondo claro parece aun mas oscuro.
Cuanto
mas fuerte sea la intensidad de un color, tanto mas pequeña será la superficie
que ocupe y cuanto mas débil sea la intensidad, tanto mayor debe ser el área
que ocupe el color.
Con
la extensión resulta similar, una forma clara sobre un fondo oscuro pareciera
que lo invade, y en cambio una forma oscura sobre un fondo claro resulta invadida
y parece encogerse.
Un
efecto similar se produce al contrastar tonos cálidos y fríos.
El
tono cálido parece mas extenso y el frío mas pequeño de lo que realmente es.
Cuando
dicho efecto se coordina con la extensión de valores claros la ilusión resulta
notable.
Los
tonos cálidos avanzan sobre los tonos fríos, como los oscuros producen una
impresión de mayores pesos, son utilizados los colores claros agrisados para
las partes superiores de los edificios elevados, porque así expresan una mayor
altura.
Los
colores cálidos, son los mejores para formas y detalles que son vistos a poca
distancia, los fríos, que tienen un enfoque menos definido, se prestan mejor
para masas amplias y áreas grandes.
Los
colores puros son más luminosos con un fondo agrisado. En las ciudades de clima
poco soleado están mas indicados los tonos neutros. En las ciudades con mucho
sol son adecuados los colores cálidos en una matización suave.
Como
el color intenso parece mas pesado que el pálido, el contraste podrá ser
introducido en los detalles de la entrada o partes inferiores de la construccion. La textura tiene una fuerza atractiva superior a lo liso y que lo iluminado es mas
requirente que lo oscuro, el contraste de colores produce un fuerte impacto
sobre la perceptividad, el interes
y la motivación.
Los
colores cálidos tienden a salir y los fríos a entrar. Una pequeña vela
amarillo-naranja en las profundidades del horizonte de la inmensidad azul del
mar parecerá que pertenece al primer plano mas próximo, aun cuando este situado
en el fondo del espacio, ya que.....Césame no resolvió empíricamente esta
modulación espacial y sentó la conclusión científica de que como el amarillo
afecta por su longitud de onda e intensidad, mas que ningún otro color, el
plano mas próximo o saliente habrá de ser en este color.
Cada color puede variar en tres dimensiones:
- La diagonal: que señala la profundidad de campo, indica el tono del color.
Por
ejemplo: el rojo mezclándolo con amarillo, varía al tono naranja.
- La horizontal: que es la saturación o concentración, el rojo pierde poco apoco su saturación por la mezcla de blanco y se va haciendo mas clara hasta llegar a la falta de color, el blanco.
- La vertical: muestra ek oscurecimiento del rojo. Por medio de la mezcla del negro el color se hace cada vez más oscuro hasta que al final ya no se distingue del negro.
Cuando
están los tres colores, uno solo debe ser llevado al máximo de intensidad, el
segundo debe disminuirse, y el tercero apenas sugerirse.
No
hay color sin gris, el gris es en cierto modo el soporte, la justificación de
toda armonía cromática.
La cualidad tonal de los colores - su grado de claridad - sirve para que la forma armonice con cuanto lo rodea. El color tonal aísla o funde, destaca e iguala a un edificio dentro de un grupo y crea en el una individualidad o un determinado efecto de animación cuando su localización ambiental tiene una tónica apagada o deprimente.
Al
color lo percibimos como un tono. Ese tono tiene tres dimensiones que se las
denomina cualidades tonales.
- Valor o claridad.
- Tinte, matiz.
- Intensidad.
Valor:
Es
la intensidad luminosa del color. Es la cantidad de luz que puede reflejar una
superficie. Una escala
de valores tonales tiene como extremos el blanco y el negro.
El
pigmento blanco representa el extremo de la escala
de valores; el negro, el otro. Mezclándolos en proporciones diversas, obtenemos
una amplia escala de grises intermedios distintos. Todos esos tonos son
acromáticos. Pero también el valor es una dimensión de tonos acromáticos.
Todo
pigmento posee un coeficiente de reflexión, es decir, valor, que varia desde
muy claro hasta muy oscuro.
Cuando
mezclamos pigmentos de distintos valores, el tono resultante será alguno
intermedio entre ambos. Así, tenemos cuatro posibilidades de mezclar pigmentos
para controlar el valor de los tonos.
- Agregando blanco, se aumenta el valor.
- Agregando negro se disminuye el valor.
- Agregando un gris contrastante, aumenta o disminuye el valor.
- Agregando un pigmento de valor distinto, se aumenta o disminuye el valor.
No
podemos cambiar el valor de un pigmento cromático sin modificar al mismo tiempo
otras dimensiones tonales.
- Agregando negro, blanco o gris, se introduce un componente acromático. El valor se modificara y también el nivel de intensidad. El tono resultante será más claro o más oscuro y más neutral.
Es
posible que también se produzca algún cambio en el matiz, porque tanto el
pigmento negro como el blanco tienden a enfriar la mezcla. Se produce una
desviación hacia el matiz frío adyacente. Tal efecto es notable cuando
mezclamos amarillo y negro: este actúa como un azul, disminuyendo el valor y la
intensidad, cambiando el matiz hacia el verde.
Tinte-matiz:
Son
las características cromáticas del color. Es la sumatoria de
longitudes de onda que puede reflejar una superficie. El principio sobre el que
descansa el matiz, se denomina mezcla sustractiva. Solo en el espectro o bajo
condiciones especiales encontramos colores monocromáticos. Es decir que el
color que vemos en los pigmentos es en realidad una sensación compuesta.
Al
mezclar dos pigmentos con semicromos diferentes, el poder de reflexión de la mezcla es mayor para las longitudes
de onda que son comunes a ambos. Algunas de las otras longitudes de onda se
anulan recíprocamente.
El
resultado es un nuevo semicromo que percibimos como un nuevo matiz.
Intensidad (saturación):
Es
la intensidad cromática del color. Es el grado de pureza de tinte que puede
reflejar una superficie. Un color saturado es aquel que se manifiesta con todo
su potencial cromático, inalterado, completo.
La
presencia o ausencia de color, no afecta al tono, que es constante.
La
intensidad puede controlarse de cuatro maneras. Tres de ellas consisten en la
adición de un neutro, blanco, negro o gris. La cuenta consiste en agregar el pigmento complementario.
Los
elementos de la escala:
La
escala de los tintes es la que mejor se conoce por el espectro solar. La
claridad y la saturación se dan también en escalas que van desde el grado
mínimo de estas propiedades, a su máxima.
El
mayor numero de matices de gris que el observador corriente puede distinguir en
la escala que va del negro al blanco es de doscientos. El numero de tintes advertidle
en un espectro de colores puros entre los dos extremos de violeta y rojo
púrpura es algo menor, es de ciento sesenta. Con respecto a pigmentos, no nos
apartamos mucho, si pensamos en ciento cincuenta tintes distinguibles,
doscientas graduaciones de valor (claridad) y un máximo de veinte graduaciones
de saturación, con el nivel de valor más favorable para cada tinte y con un
menor numero de graduaciones en los niveles más altos y más bajos de valor.
Color y forma:
Toda
apariencia visual es producida por el color y la claridad.
Los limites
que determinan las formas se siguen de la capacidad que el ojo tiene para
distinguir entre áreas de diferente claridad y color.
El
color y la forma cumplen las dos funciones
mas características del acto visual, transmiten expresión y nos permiten
obtener información mediante el reconocimiento de objetos y
acontecimientos.
Rorschach
descubrió que los caracteres alegres tienden a responder al color, mientras que
los deprimidos reaccionan mas a menudo por la forma.
Una
aplicación literal de la teoría podría llevarnos a la conclusión de que el
color produce una experiencia esencialmente emocional, mientras que la forma
corresponde al control intelectual.
La
teoría del color ha sido fuente de inspiración para la construccion de una teoría de la forma que César Jannello
llamó Teoría de la Delimitación Espacial. La teoría de la delimitación espacial
y la teoría del color se organizan a partir de una serie de dimensiones:
formatriz, saturación y tamaño para la teoría de la delimitación espacial;
tinte, cromaticidad y claridad para la teoría del color. De esta serie de
dimensiones podemos inferir ocho relaciones de constancia y/o variación que
permitirán seleccionar una determinada forma o color dentro de los límites del sistema
propuesto. Estas relaciones se conocen como armonías lógicas. Estas armonías
resultan insuficientes en la práctica del diseño para determinar la forma y el color a utilizar. En este
caso podemos recurrir a una serie de conceptos, no presentados como teoría pero
sí muy difundidos en la práctica del color, que se conocen como claves. Las
claves definirían los intervalos existentes entre los colores o las formas
seleccionadas. Estos intervalos pueden redefinirse como apomorfismos. En la
teoría del color, para la dimensión de claridad tenemos claves de alto, medio o
bajo nivel y claves de mayor o menor intervalo entre los colores seleccionados.
Por analogía podemos utilizar este mismo concepto
en la teoría de la delimitación espacial, donde para la dimensión de tamaño
tenemos claves de alto, medio o bajo nivel y claves de mayor o menor intervalo
entre las formas seleccionadas. Por extensión, en la teoría del color, para la
dimensión de cromaticidad tenemos claves de alto, medio o bajo nivel y claves
de mayor o menor intervalo entre los colores seleccionados. A su vez, en la
teoría de la delimitación espacial, para la dimensión saturación tenemos claves
de alto, medio o bajo nivel y claves de mayor o menor intervalo entre las
formas seleccionadas. Por último, en la teoría del color, para la dimensión de
tinte tenemos claves de alto, medio o bajo nivel y claves de mayor o menor
intervalo entre los colores seleccionados. Así también en la teoría de la
delimitación espacial, donde para la dimensión de formatriz tenemos claves de
alto, medio o bajo nivel y claves de mayor o menor intervalo entre las formas
seleccionadas. De esta manera, no solo disponemos de ocho armonías lógicas para
la práctica del diseño sino también de dieciocho claves posibles para la
teoría del color y otro tanto para la teoría de la delimitación espacial.
En
algunos experimentos psicológicos se han revelado diferencias
individuales de reacción ante el color y la forma. Según una fórmula que
utilizaron varios investigadores, se les daba a una serie de niños la consigna
de elegir, entre un conjunto de triángulos rojos y círculos verdes, las figuras
que se parecieran a la figura de prueba que se le presentaba por separado. La
figura de prueba era un círculo rojo o bien, un triángulo verde. Los niños de
menos de tres años de edad parecían escoger con mayor frecuencia guiándose por
la forma, mientras que los que tenían más de seis años se sentían perturbados
por la ambigüedad de la tarea y como criterio de elección utilizaban con mayor
frecuencia la forma. Al considerarse los resultados, se llego a la conclusión
que la reacción de los niños mas pequeños esta determinada por la conducta motora, y por lo tanto, por las cualidades
"asibles" de los objetos. Una vez que las características visuales se
han hecho dominantes, la mayoría de los niños en edades preescolares se guiaran
por el intenso atractivo perceptual de los colores. Pero a medida que la cultura hace que los niños adquieran destreza practica, la
cual depende en mucho mayor grado de la forma que del color, se inclina mucho más
a la forma como medio de identificación decisivo.
¿Qué
puede ofrecer a la ciencia del color la perspectiva semiótica en relación a las perspectivas física,
fisiológica y psicológica? La semiótica, como disciplina que está en la base de todos los sistemas
cognitivos biológicos, humanos y no humanos, engloba y provee el marco
epistemológico adecuado para todas las otras perspectivas. Si consideramos el
color como signo, estamos incluyendo todos los aspectos. El color puede
funcionar como signo para un fenómeno físico, para un mecanismo fisiológico o
para una asociación psicológica. El signo, según la concepción de Charles S.
Peirce es algo que está por alguna otra cosa y que es entendido o tiene algún
significado para alguien. Un signo sirve para representar o sustituir a algo
que no está presente para algún sistema que sea capaz de interpretar tal
sustitución. Charles Morris, utilizando esta concepción triádica del signo, ha
planteado tres niveles o dimensiones de la semiosis: (1) la dimensión
sintáctica, donde se consideran las relaciones de los signos entre sí; (2) la
dimensión semántica, donde se consideran las relaciones de los signos con los
objetos denotados; y (3) la dimensión pragmática, donde se consideran las
relaciones de los signos con los intérpretes. En los estudios en el nivel sintáctico
-donde se requiere la identificación de las unidades elementales, sus reglas de
transformación y organización
y sus leyes de combinación para formar unidades mayores con sentido
"gramatical"- es donde la teoría del color alcanza sus mayores
logros. Aquí podemos considerar los numerosos sistemas de orden de color
desarrollados (que son algo más que "diccionarios" de colores), las variables para la identificación y definición de todos los
colores posibles, las leyes de combinaciones e interacciones de los colores,
las armonías en las agrupaciones cromáticas, y cada aspecto que hace posible
hablar de una gramática del color. En la dimensión de la semántica -donde
los signos son considerados en su capacidad para representar o significar otras
cosas, para transmitir información
o conceptos que están más allá de los signos en sí mismos- se han hecho también
varios trabajos en el campo del color. Aquí se exploran las relaciones entre
los colores y los objetos que ellos pueden representar, los códigos y
asociaciones establecidos mediante colores, y las maneras en que los
significados del color cambian según el contexto de aparición y en relación a
factores humanos tales como cultura, edad, sexo, etc. También han sido investigados algunos aspectos de
la dimensión pragmática del color. En este caso se toman en cuenta las
relaciones que existen entre los signos y sus intérpretes o usuarios. Entre los
temas que pueden entrar en este nivel de investigación
podemos considerar: las reglas por las cuales los colores son utilizados como
signos, el funcionamiento del color en el ambiente natural y cultural, las maneras en que los organismos
se valen del color para su supervivencia y la importancia que el mismo tiene en
la obtención de comida, los efectos fisiológicos y psicológicos del color y su
contribución al bienestar humano, y la influencia del color en la conducta. La perspectiva semiótica provee el más completo
marco epistemológico para el estudio del color ya que, para los organismos
vivos, el aspecto importante es que el color funciona como un sistema de
signos; y la semiótica del color -que puede ser establecida como un campo
sumamente sofisticado por derecho propio debido a los ya maduros desarrollos de
la teoría del color- puede considerarse como un excelente paradigma (especialmente en lo que respecta a sus rasgos
sintácticos) para el estudio de los otros sistemas de signos visuales, es
decir, la forma, la textura visual, la cesía o cualquiera de los elementos que
consideremos en el analisis de la percepción visual.
La
expresión de los colores desde el punto de vista psicológico.
Parece
haber general acuerdo sobre el hecho de que cada uno de los colores posee una
expresión especifica. La investigacion
experimental sobre el tema no abunda. Las descripciones de Goethe de los
colores constituyen todavía la mejor fuente.
No
solo la apariencia de un color depende grandemente de su contexto en el espacio
y en el tiempo, seria también necesario saber a que tinte preciso se
hace referencia, a que valor de claridad, y a que grado de saturación.
A
todos nos sensaciona el color y cada uno tiene sus propias ideas sobre
antipatías o simpatías, gusto o desagrado sobre aquel o este color, pero de
manera general, todos percibimos una reacción fisica ante la sensación que produce un color, como la de frío en una habitación
pintada de azul o la de color en otra pintada de rojo.
En la psicologia
de los colores están basadas ciertas relaciones de estos con formas geométricas
y símbolos, y también la representación Heráldica.
Los
colores cálidos se consideran como estimulantes, alegres y hasta excitantes y
los fríos como tranquilos, sedantes y en algunos casos deprimentes.
Aunque
estas determinaciones son puramente subjetivas y debidas a la interpretación personal
todas las investigaciones han demostrado que son corrientes en la
mayoría de los individuos, y están determinadas por reacciones inconscientes de
estos, y también por diversas asociaciones que tienen relación con la naturaleza.
El
amarillo es el color que se relaciona con el sol
y significa luz radiante, alegría y estimulo. El rojo esta relacionado con el
fuego y sugiere calor y excitación. El azul, color del cielo y el agua es serenidad, infinito y frialdad. El naranja, mezcla de
amarillo y rojo, tiene las cualidades de estos, aunque en menor grado. El
verde , color de los prados húmedos, es fresco, tranquilo y reconfortante. El
violeta es madurez, y en un matiz claro expresa delicadeza. En estos seis
colores básicos se comprenden toda la enorme variedad de matices que pueden ser
obtenidos por las mezclas entre ellos y también por la de cada uno con blanco y
negro; cada una de estas variaciones participa del carácter los colores de que
proceden, aunque con predominio de aquel que intervenga en mayor proporción. El
blanco es pureza y candor; el negro, tristeza y duelo; el gris, resignación; el
pardo; madurez; el oro, riqueza y opulencia; y la plata, nobleza y distinción.
Como
ya dijimos, los colores que tienen una mayor potencia de excitación, son rojo, rojo-naranja y naranja, los más
tranquilos, los azules y azules verdes o violáceos. Un azul turquesa es algo más
inquieto que un azul ultramar, por la intervención en el primero del amarillo y
en el segundo del azul, que lo hace derivar al violeta. Los colores mas
sedantes y confortables en decoración son los verdes, azules claros y violetas
claros, los matices crema, marfil, beige, gamuza, y otros de cualidad cálida,
son alegres, y tienen cierta acción estimulante, pero tanto unos como otros,
deben ser usados en áreas amplias y adecuadamente.
Los
colores a plena saturación son usados muy pocas veces en superficies de gran
tamaño; los rojos, naranjas, amarillos, azules y otros colores vivos en toda su
pureza no lo presenta nunca la naturaleza en amplias extensiones, sino como
acentos o pequeñas áreas de animación.
Los
colores expresan estados anímicos y emociones
de muy concreta significación psíquica, también ejercen acción fisiológica.
Podremos informarnos mas acerca de estas propiedades mas adelante, cuando
tratemos como tema la cromoterapia.
El
rojo significa sangre, fuego, pasión, violencia actividad, impulso y acción y es el color del movimiento y la vitalidad; aumenta la tensión muscular, activa la respiracion estimula la presión arterial y es el mas adecuado
para personas retraídas, de vida interior, y con reflejos lentos.
El
naranja es entusiasmo, ardor, incandescencia, euforia y actúa para facilitar la
digestión; mezclado con blanco constituye una rosa carne que tiene una calidad
muy sensual. El amarillo es sol, poder, arrogancia, alegría, buen humor y
voluntad; se le considera como estimulante de los centros nerviosos.
El
verde es reposo, esperanza, primavera, juventud y por ser el color de la naturaleza sugiere aire libre y frescor; este color libera al espíritu y equilibra las sensaciones.
El
azul es inteligencia, verdad, sabiduría, recogimiento, espacio,
inmortalidad, cielo y agua y también significa paz y quietud; actúa como calmante y
en reducción de la presión sanguínea, y al ser mezclado con blanco forma un
matiz celeste que expresa pureza y fe. El violeta es profundidad, misticismo,
misterio, melancolía y en su tonalidad púrpura, realeza, suntuosidad y dignidad;
es un color delicado, fresco y de acción algo sedante.
Los
colores cálidos en matices claros: cremas, rosas, etc., sugieren delicadeza, feminidad, amabilidad, hospitalidad
y regocijo, y en los matices oscuros con predominio de rojo, vitalidad, poder,
riqueza y estabilidad.
Los
colores fríos en matices claros expresan delicadeza, frescura, expansión,
descanso, soledad, esperanza y paz, y en los matices oscuros con predominio de
azul, melancolía, reserva, misterio, depresion y pesadez
Cada
color:
Amarillo:
Es
el color mas intelectual y puede ser asociado con una gran inteligencia o con una gran deficiencia mental; Van Gogh tenia
por el una especial predilección, particularmente en los últimos años de su crisis.
Este
primario significa envidia, ira, cobardía, y los bajos impulsos, y con el rojo
y el naranja constituye los colores de la emoción. También evoca satanismo (es
el color del azufre) y traición.
Es
el color de la luz, el sol, la acción, el poder y simboliza arrogancia, oro, fuerza, voluntad y estimulo.
Mezclado
con negro constituye un matiz verdoso muy poco grato y que sugiere enemistad,
disimulo, crimen, brutalidad, recelo y bajas pasiones.
Mezclado
con blanco puede expresar cobardía, debilidad o miedo y también riqueza, cuando
tiene una leve tendencia verdosa.
Naranja:
Es
algo mas cálido que el amarillo y actúa como estimulante de los tímidos,
tristes o linfáticos. Simboliza entusiasmo y exaltación y cuando es muy
encendido o rojizo, ardor y pasión. Utilizado en pequeñas extensiones o con
acento, es un color utilísimo, pero en grandes áreas es demasiado atrevido y
puede crear una impresión impulsiva que puede ser agresiva.
Mezclado
con el negro sugiere engaño, conspiración e intolerancia y cuando es muy oscuro,
opresión.
Rojo:
Se
lo considera con una personalidad extrovertida, que vive hacia afuera, tiene un
temperamento vital, ambicioso y material, y se deja llevar por el impulso, más
que por la reflexión.
Simboliza samgre, fuego, calor, revolucion alegría, acción, pasión, fuerza, disputa, desconfianza, destrucción e impulso, así
mismo crueldad y rabia. Es el color de los maniáticos y de Marte, y también el
de los generales y los emperadores romanos y evoca la guerra, el diablo y el mal.
Como
es el color que requiere la atención en mayor grado y el más saliente, habrá
que controlar su extensión e intensidad por su potencia de excitación en las grandes áreas cansa rápidamente.
Mezclado
con blanco es frivolidad, inocencia, y alegría juvenil, y en su mezcla con el
negro estimula la imaginación y sugiere dolor, dominio y tirania.
Violeta:
Significa
martirio, misticismo, tristeza, aflicción, profundidad y también experiencia.
En
su variación al púrpura, es realeza, dignidad, suntuosidad.
Mezclado
con negro es deslealtad, desesperación y miseria. Mezclado con blanco: muerte, rigidez y dolor.
Azul:
Se
lo asocia con los introvertidos o personalidades reconcentradas o de vida
interior y esta vinculado con la circunspección, la inteligencia y las emociones profundas. Es el color del infinito, de los sueños y de lo maravilloso, y
simboliza la sabiduría, fidelidad, verdad eterna e inmortalidad. También
significa descanso, lasitud.
Mezclado
con blanco es pureza, fe, y cielo, y mezclado con negro, desesperación,
fanatismo e intolerancia.
No
fatiga los ojos en grandes extensiones.
Verde:
Es
un color de gran equilibrio, porque esta compuesto por colores de la emoción
(amarillo = cálido) y del juicio (azul = frío) y por su situación transicional
en el espectro.
Se
lo asocia con las personas superficialmente inteligentes y sociales que gustan
de la vanidad de la oratoria
y simboliza la primavera y la caridad.
Incita
al desequilibrio y es el favorito de los psiconeuroticos porque produce reposo
en el ansia y calma, también porque sugiere amor y paz y por ser al mismo tiempo el color de los celos, de
la degrdacion moral y de la locura.
Significa
realidad, esperanza, razón, logica y juventud
Aquellos
que prefieren este color detestan la soledad y buscan la compañía.
Sugiere
humedad, frescura y vegetación, simboliza la naturaleza y el crecimiento.
Blanco:
Es
el que mayor sensibilidad posee frente a la luz. Es la suma o síntesis de todos
los colores, y el símbolo de lo absoluto, de la unidad y de la inocencia,
significa paz o rendición.
Mezclado
con cualquier color reduce su croma y cambia sus potencias psíquicas, la del
blanco es siempre positiva y afirmativa.
Los
cuerpos blancos nos dan la idea de pureza y modestia.
Gris:
No
es un color, sino la transición entre el blanco y el negro, y el producto de la mezcla de ambos. Simboliza neutralidad, sugiere
tristeza y es una fusion de alegrías y penas, del bien y del mal.
Negro:
Estiliza
y acerca.
Numerosos test selectivos han demostrado que el orden de preferencia de
los colores es el azul, rojo y verde, los amarillos, naranjas y violetas ocupan
un segundo plano en el gusto colectivo, las mujeres sitúan el rojo en primer
lugar, y los hombres el azul.
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